Carlos F.

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Algunas situaciones de la vida real aparecen de forma sorpresiva, dando pasos cortos y sordos, para hacer una aparición del todo irreal. Una de esas situaciones puede ser este problema del pozo.

Imagínese que está caminando tranquila y descuidadamente, sin prestar atención. Ocupado en evitar accidentes de tránsito, ofertas de otoño y demás realidades de la vida moderna, usted llega a despertarse en un terreno inhóspito. Aquí aproveche su capacidad para imaginar o lea Alicia en el País de las Maravillas. Yo planteo como escenarios ideales un bosque siniestro o un pantano. Pero reitero, aquí puede usar su mente como más le guste.

Yo estoy desequilibrado en este momento, usted tal vez tenga más suerte. Sorprendido, aturdido acaso por el entorno extraño, usted tropieza, trastabilla, intenta recuperar el equilibrio gateando con manos y pies pero es inútil, usted cae al pozo.

- Para seguir leyendo el Problema del pozo descargate gratuitamente "4 problemas de sencilla o imposible resolución" siguiendo este enlace.
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Este es un Viernes de Música en Video muy particular. Tanto el nombre de la banda como los títulos de sus canciones describen una historia. Puede que entiendan, puede que no.

Pero vos entendés. Sí, vos.

[ Esta historia No te va gustar. Conocés de lo que hablo, tenés que Pensar y pensar (con hambre no se puede pensar). Ya sé, te conformás cuando decís "me gusta Verte reír" pero recapacitá, porque esto así no va. "Ya entendí" dijeron tu boca y tus ojos, y te despediste en lo que parecía un Adiós.

Sin embargo diste un salto Al vacío... ¿y ahora dónde estás?]

Pensar



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Un duelo entre Clapton y Fanny Lu. Eric Clapton propone llevar el amor desde los sueños hasta la realidad con su Change the world...



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Este Viernes es momento para retroceder en el tiempo. Tres videos con canciones que además de ser grabadas hace tiempo, mantienen un espíritu de la época en que fueron creadas. Esto, en mi opinión y referido a éstas canciones puntuales, es algo valioso.

Primero Aquarius/Let the sunshine in, del año en que el hombre puso su infame huella sobre la Luna.



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Arribamos a la cuarta parte, el final, continuación del Diálogo de 4 pasos - primera parte, del Diálogo de 4 pasos - segunda parte y del Diálogo de 4 pasos - tercera parte, que conviene leer para entender todo esto. La charla continuó en el cuarto día del largo fin de semana pasado...


-Creo que llegué a una idea, una especie de conclusión.
-Son buenas noticias o de las otras?
-Buenas...?

A veces, casi siempre que nos vemos obligados a pensar, tenemos la tendencia de ser definitivos, de tener conclusiones, opiniones terminantes. En un mundo múltiple, con personalidades variadas y muchos tintes, acaso sería saludable no buscar desesperadamente una respuesta final sino una parcial, que se multiplique en otras preguntas.

-En qué pensás?
-En la teoría del puente.
-Explicame cómo es eso.

Antes voy a explicar la teoría del puente o del partícipe necesario. Como personas que vivimos en sociedad, ejercemos influencia y recibimos influencia de otras personas. Si nos pensamos como el producto final de una cadena, muchas veces nos sentimos infelices. Y tenemos vacíos. Si usted estudia filosofía y trabaja en un taller mecánico, puede tener una frustración laboral. Si usted, producto final, no utiliza en su vida esa filosofía estudiada, se transforma en energía perdida. La teoría del puente ofrece otra alternativa.

Usted utiliza la filosofía en otra persona. La ayuda, le brinda su conocimiento, discute, disfruta. Usted es el puente para completar a esa otra persona, que no pudo estudiar o no sabía, y simultáneamente usted también se completa.

-Soy el puente, entre ustedes dos.
-No digas cualquier cosa.
-No, en serio. Creo que puede ser eso. Pensalo: si no la hubiera conocido vos no la habrías conocido.
-Lo admito. Pero todavía no la conozco y además el que tenía problemas de insomnio eras vos, yo no.
-Vos sí, decí la verdad.

¿Cómo puede el condenado, al borde del abismo, observar la tristeza en otros ojos, en otras huellas distintas de las propias? ¿será por una sensibilidad ampliada, por una compasión peregrina, será por evitar otra condena?

-Vos no sos puente de nada.
-Me queda poco tiempo, ¿puedo ser otra cosa?

La charla continuó, apenas. Sólo pude balbucear palabras inconexas, monosílabos de ocasión. Había dado en el blanco y quedé golpeado. Ahora sólo quería minimizar los efectos de su condena, de su dolor, de su desesperación, de todo eso que durante cuatro días nunca demostró, nunca se quejó, nunca reclamó y finalmente pensó en el otro. ¿Se puede otorgar vida desde el abismo? Creo que sí, así lo sentí.

Antes de irnos me alejé, caminando hacia una zona del campo donde había pasto muy alto. Hice un pozo con la mano, metí mi tristeza y la dejé ahí, a medio enterrar.
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La siguiente es la tercera parte, continuación del Diálogo de 4 pasos - primera parte y del Diálogo de 4 pasos - segunda parte, que conviene leer para entender un poco mejor desde donde viene todo esto. La charla continuó en el tercer día del largo fin de semana pasado...


Esta vez fui yo quien tomó la iniciativa. A esta altura sus dudas poblaban mi sueño, como dos escenarios en los que transcurre la misma historia. Si servía para aliviar el peso no me opondría, tenía que confirmarlo.

-¿Le contaste sobre tu estado?
-Si lo decís así parece grave.
-Es grave, por eso lo digo así.
-Todavía no le dije.
-¿Qué esperás?

Guardó silencio. Su respuesta, la probable, la que decidió callar, tendría que ver con la sensación de vacío que gobernaba a su estómago. Como el escalofrío, mejor disimularlo que darle notoriedad con la mención.

-Después de hablar con vos le iba a decir.
-O sea que ya habías pensado en todo, tenías un plan que estás ejecutando y del cual soy parte. Me alegro de enterarme, finalmente.
-No, qué plan voy a tener... no sé cuándo se lo iba a decir, pero seguro que lo iba a decir, no ando con mentiras.
-No fue una acusación, quería saber cuán serio viene el asunto. En mi opinión, muy serio. Por un lado pretendés ser mejor, y eso es bueno; por otro lado, te demorás en la confesión de algo... vergonzoso, así lo sentís?
-Si...

¿Existe un estado más vital que la adolescencia? ¿un momento más exaltado, más poderoso, más intrépido y sin embargo de más temor, de más dolor, de transición hacia lo desconocido? Es probable que su geografía se encuentre en la Anatomía de la melancolía, de Robert Burton.

-Lo primero que voy a hacer al volver es decirle.
-¿Lo hacés por obligación o por convicción?
-Convicción. Tardé un poco, pero voy a decirle. Siempre voy con la verdad.
-¿Pensás que puede tomarlo a mal?
-Puede ser, no lo sé. Espero que no.
-Si es quien vos decís que es, seguro que no.
-¿Me querés dar esperanza?
-Te estoy dando coherencia.

Habían surgido nuevos interrogantes. Tan sólo nos quedaba un día, uno menos en su espacio vital, y las nubes persistían en el cielo, tapando al sol, a las estrellas, a la luna... tapando todo, pero no podían evitar que se filtrara ella.

Continuará...
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Una buena banda, un nombre excelente! Los cuentos borgeanos figuran entre mis preferencias literarias y los Cuentos borgeanos son una banda que también se encuentra allí.

Van apenas dos canciones como muestra, espero que formen parte de tus discos.

Eternidad



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La siguiente es la segunda parte, continuación del Diálogo de 4 pasos - primera parte que conviene leer para entender un poco mejor las próximas líneas. La charla de esta parte sucedió en el día 2 del largo fin de semana pasado...


-No pude dormir bien.
-Muchos mosquitos supongo.
-Ojalá, con un repelente lo solucionaba. No, me quedó dando vueltas lo que te decía ayer...

No me gusta esa frase: "Te lo dije". Pero es cierto que lo anticipé. No sirve para vanagloriarse, pero acaso ayude en el diagnóstico.

-Estás aturdido.
-Tengo sueño pero no creo...
-Ayer me preguntabas qué pensaba que te estaba pasando y creo que estás aturdido. ¿Planeabas obtener un milagro?
-Puede ser, vos lo ves desde afuera. Yo me siento inseguro, como temiendo perder algo.
-Lo curioso es que el miedo es a perder algo que todavía no tenés. ¿Cómo puede pasar algo así? Supongo que, en materia de rasgos humanos, esa complejidad a partir de algo pequeño es ejemplo perfecto para la teoría del caos.
-A mi el caos no me ayuda en nada.
-¿Pensaste si era algo más que embelesamiento?

La pregunta no es inocente. ¿Quién no ha caído alguna vez, víctima del embelesamiento? Yo puedo admitirlo, como asegurar que sus efectos no son permanentes. Extraordinaria situación que nos sorprende de pronto pero sin violencia.

-No, no es eso. Ya te lo dije, no sólo se trata de lo estético. Es más, podría prescindir de ello y seguiría enredado como hasta ahora.
-No te estaba acusando, quería saber cuánto pensaste anoche. Una cosa que me sorprendió, pero que alcanzo a comprender, es que no supieras su nombre.
-Es que no lo sé! Cuando hablamos, cuando nos encontramos, es como una sintonización automática, un hola y después fluyen las palabras.
-Si fluyen las palabras, ¿para qué querías que yo escribiera una carta, un mail para enviarle?
-No es lo mismo un mail que una charla, en el mail tenés más tiempo para pensar y ahí me bloqueo. Además quería enviarle algo bueno, no un telegrama.

Tanto telegramas como mails o cartas son mensajes parciales. Más allá de la extensión, del cuidado en la elección de cada palabra, de cada oración, hace falta una parte fundamental: la entonación. ¿Cómo asegurarnos que nos leen como queremos ser leídos? Lamento desalentar al mejor escritor, una conversación de este tipo se completa con el lector, que dependiendo de sus circunstancias habrá de acertar con nuestras ideas o pondrá nuevas o impondrá sus caprichos. Sin embargo, esmérese en la creación, podría sorprender con letras y signos de puntuación.

-Vas a tener que resolverlo solo todo esto.
-Si, quería que me ayudes pero sé que lo tengo que resolver yo solo.
-Y yo te voy a ayudar en todo lo que pueda, pero no voy a imponerte mis ideas. Eso no es solución y si tomaras mi opinión como verdad suprema estarías negando la realidad, la tuya al menos.
-Sabía que me ibas a ayudar. Gracias.

No doy consejos. Cuando alguien me agradece un consejo omite que en realidad sólo los escuché y fueron ellos quienes se aconsejaron o resolvieron los problemas. En vano hacer notar este hecho, en vano intentar devolver un agradecimiento a un agradecido.

-Necesito respirar, vamos a caminar.
-Vamos.

Caminamos atravesando el campo, sin rumbo cierto. El tiempo quedó minimizado, alejado por el viento como un mal sueño. Atravesamos el campo y nos atravesaba el tiempo y los enigmas nos seguían, como sombras fieles en el desierto.

Continuará...
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Más música para este blog. Ahora es el turno de una canción, pero no de cualquier canción: Je T'aime (moi non plus) del gran Serge Gainsbourg junto a Jane Birkin.

“Un día seré quizás un gran pintor”, decía el joven Lucien Ginzburg con poco más de diez años antes de transformarse años más tarde en el gran Serge Gainsbourg, el gran cantante francés. En esa época, Francia estaba ocupada por el ejército de la Alemania nazi y era obligatorio para toda la comunidad judía llevar la estrella de David. Lucien la llevaba siempre con orgullo sobre su camisa... Seguí leyendo Serge Gainsbourg: tras el humo de una vida sin frenos en ElLibrepensador.com

Aquí la versión de Gainsbourg.



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El siguiente diálogo, las siguientes palabras que reproducen e interpretan lo que fue un diálogo del fin de semana largo, son resultado de noches de insomnio. Espero que puedan enriquecerlas con su lectura y su opinión.


Nos sabemos mortales. Ese destino fatal sin embargo es apenas perceptible hasta los años mayores. ¿Cuál será el terror de conocer la fecha de finalización? ¿cómo configurar la vida, acostumbrados a fingirnos inmortales, cuando tenemos los días contados? Hablé con él, con quien se sabe condenado, y no encontré temor alguno. No había negación, no había desesperación. Hablamos durante cuatro días respirando el aire más puro que pudimos encontrar en el medio del campo. Sonreimos varias veces, sonaron carcajadas sin eco, nos palmeamos la espalda. ¿De qué hablan el triste y el condenado?

-Sabés que me pasó algo rarísimo... cómo será de extraño Destino, que sabiendo de mi situación actual me envió una señal, una dulce.
-¿Supongo que de eso me querías hablar?
-Si, más que un eso es una... una cosita linda. Y lo digo en todo sentido, desde lo estético hasta lo más profundo. Vos me dijiste que lo superficial a veces enceguece...
-Si, lo dije. También dije que es difícil escapar a la tentación. A veces uno tiene el panorama claro en su cabeza, pero al mirar los ojos se nublan, se nubla la razón. ¿Estás así, con pronóstico de tormenta?
-No, no creo, no sé. Pensar que estaba con todo tan claro, así como vos decís.

¿Alguna vez vieron un rostro hermoso, tan bello que no podemos dejar de verlo, que nos invade una sensación subiendo desde el pecho? ¿nunca les pasó pensar que sus manos torpes, sus dedos grotescos pudieran quebrar esa cara o corromper su belleza? ¿cómo describir esa sensación, cómo nombrarla sino con Su nombre?

-Ahora no estoy seguro de nada. No hablo solamente de ella, hablo en general. Si la conocieras... no te digo que te va a producir lo mismo que a mi porque somos distintos, pero algo vas a sentir, sin dudas.
-Te estás metiendo en un terreno...
-No, disculpa que te interrumpa, pero no es lo que pensás. Vos, no te hagas el distraido, me enseñaste que personas así son muy difíciles de encontrar y yo encontré una de esas, de las especiales. No puedo describirlo.
-El problema entiendo que es otro.
-Si, el problema es que se multiplican las dudas y yo ando corto de tiempo.

Apurado. Presionado por la aguja mortal del reloj. Pensate sin tiempo, baja el ritmo de tu corazón, saboreá cada latido. Apurado. La mente ansiosa, las manos temblando y la arena que está pasando tan veloz...

-Quiero que me ayudes. Escribi por mi una carta para ella.
-No vale, eso es trampa.
-Pero...
-Pero nada, si las letras son tuyas el que habla sos vos. Si las letras son mías al menos debería saberlo. Es un engaño, quizás mínimo, pero engaño al fin.
-Perdón entonces. Es que...
-Querés ser mejor.
-Si!
-Entonces es cierto.
-¿Qué?
-Que es especial. Y que vale la pena, nadie quiere ser mejor para una mala persona.
-¿Qué pensás que me pasa?
-Intentá descansar, de eso hablamos mañana.

Estoy seguro que no pudo dormir. Los mosquitos, el calor, el lugar desconocido pero principalmente el carnaval que habitaba su cerebro, habrán sido excusas válidas para su insomnio.

Continuará...
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Existen muchos músicos, muchos cantantes, muchos artistas en general, que no reciben la atención que acaso otros menos talentosos sí obtienen. Creo que un caso ejemplar de esto es Manuel Wirtz.

Su biografía dice que nació el 26 de marzo en San Nicolás, Provincia de Buenos Aires. Cuando Manuel tenía quince años su hermano mayor, Daniel, ingresa como baterista del grupo "Irreal" de Rosario, cuyo cantante era Juan Carlos Baglietto. Eso lo lleva a relacionarse con la movida Rosarina donde conoce a Fito Paez, Ruben Goldín y Adrián Abonizio, entre otros.

Su discografía es la siguiente:
2009 - Vení
2005 - Quimera
2002 - Grandes éxitos
1997 - Una razón
1996 - Cielo y tierra
1994 - Magia
1992 - Manuel Wirtz
1989 - Mala información
1987 - Funcionamiento

La web oficial de Manuel Wirtz tiene noticias, fotos, videos y wallpapers.

Nótese la variedad en las letras, las melodías, los tonos. Su talento múltiple se demuestra en variadas canciones. Algunas, las que figuran a continuación, bastarán para ejemplificar esta idea, pero no son las únicas que vale la pena escuchar, hay muchas otras.

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